En un pais donde abundan las flores y los arboles, los jardines de recreo eran el orgullo de los egipcios bien situados, como si de autenticos paisajistas se tratara, sabian sacar el maximo partido de especies raras. Y de todo ello nos han quedado testimonio, sobre todo de la época del Imperio Nuevo
Los egipcios mostraron pronto su atracción por la horticultura.El pais era un vergel de flores y plantas.En los monumentos abundaba el follaje esculpido, en los templos se ofrecian ramas de flores a los dioses, los muertos pasban al más allá acompañados de coronas de flores y los vivos decoraban sus casa con plantas, en pocas palabras, para los egipcios, los jardines eran lugares de reposo y serenidad, pero tambien signos externos de riqueza.
El lujo y la ostentación era prueba del refinamiento y la fortuna de los propietarios de la casa.
Y es que ese amor por las plantas era caracteristico de los egipcios de clase acomodada.Los menos acudalados poseian solo un pequeño terreno, mientra que los más pobres, que vivian en la ciudad en humildes casuchas, eran los únicos que no disfrutaban de su propio espacio verde.
Se sabe que este amor por los jardines empezó muy pronto, ya que desde principios del Imperio Antiguo se tiene noticias de esta afición que, por otra parte, resultaba bastante onerosa.
Durantela IV dinastía y más concretamente durante el reinado del faraón Esnofru, sabemos que un tal Meten adquirió varias tierras, entre las que se encontraban un terreno de superficie de unos 10.000 metros cuadrados, formado en gran parte por jardines. El nuevo y flamante propietario mando a construir una gran balsa y plantó gran cantidad de árboles, entre lo que incluso habia viñas e higueras.
Los testimonios que más abundan de la existencia de jardines corresponden al Imperio Nuevo.
Los frescos y los textos, presente en las sepulturas, son los que aportan información sobre el gusto de los egipcios acomodados por la calma y los placeres que les proporcionaban las flores y la sombra de los árboles
Los jardines estaban cerrados por altos muros con puertas monumentales. Las distintas avenidas ofrecían un espectáculo para la vista.Se extendian en paralelo y formando ángulo recto, y el espacio interior lo ocupaban bonitos paterres rectangulares, ornamentados con árboles y flores.